El objetivo de esta Estrategia es lograr transitar de ser un país históricamente basado en recursos no renovables a una nación que añade un valor verde a sus exportaciones y produce los energéticos limpios que el mundo necesita para des-carbonizarse.
Un cuerpo de especialistas y técnicos locales con conocimiento y capacidades adecuadas fortalecerá el ecosistema local del hidrógeno verde. Esto fomentará el desarrollo de emprendimientos, negocios, innovaciones y empleos productivos. Dado su rol articulador y estratégico, el Estado está llamado a fomentar las actividades de educación, investigación, desarrollo e innovación asociadas al hidrógeno verde, con especial énfasis en aquellas aplicaciones de interés nacional. Transitar por los procesos de aprendizaje y desarrollo de nuevo conocimiento en el sector nos permitirá contar con ventajas competitivas locales únicas. Esto permitirá sofisticar la oferta de productos y servicios local, así como convertir a Chile en un exportador de conocimiento en torno al hidrógeno verde.
Los sectores solares y eólicos están madurando aceleradamente. En 6 años, Chile ha quintuplicado su capacidad de generación de esas fuentes y se proyecta que, al 2030, hasta el 70% de su matriz eléctrica sea renovable. La creciente inversión en estas energías, así como en almacenamiento y en infraestructura de transmisión, es una señal inequívoca de una transición decidida a un sistema eléctrico más sostenible.
Las bajas en costos de electrolizadores y de generación renovable habilitarán un hidrógeno verde competitivo doméstica e internacionalmente. La creciente disponibilidad de financiamiento verde y los beneficios tributarios vigentes para zonas extremas son otros de los factores que contribuirán a la competitividad de los modelos de negocio basados en este combustible limpio en Chile.
La des-carbonización y la competitividad del país en energías renovables le abre las puertas para crear un sector económico que podría equiparar en tamaño a la industria minera nacional. Esta oportunidad se materializará en 3 oleadas. La primera serán consumos domésticos de gran escala con demanda establecida. En la segunda mitad de la década veremos más usos de transporte y el inicio de la exportación. En el largo plazo, se abrirán nuevos mercados de exportación para escalar (sectores del transporte marítimo y aéreo podrán ser des carbonizados mediante combustibles derivados del hidrógeno, tanto en rutas locales como internacionales.
Esta estrategia se vincula con las metas del ODS 13 Acción por el clima